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En el caso peruano, el origen del PBI mensual esta en la megalomanía del Presidente García.
Los tiranos sufren de su megalomanía hasta el final.
En menores proporciones la soberbia megalomanía promoverá los demás cuadros clínicos.
Los intentos de controlarla hasta ahora han sido repelidos por la comunidad del ciberespacio o han perecido por su propia megalomanía.
Su megalomanía no se ha precipitado ahora sino que data desde siempre.
Sus protagonistas están desubicados, perdidos en su propia megalomanía, incapaces de echar freno a los sentimientos.
La megalomanía y los caprichos de los autores enferman a María.
Julio Cesar enfundado en su megalomanía y su temor.
Se entiende que su megalomanía los lleve a considerar que el origen de los demás mortales no interesa a efectos de sostener su fe.
A pesar de que los sonidos que produce le dan horror, en sus arranques de megalomanía, discute de música con Pacini y con Mayer.
Los sicarios padecen otras enfermedades como el narcisismo y la megalomanía.
La megalomanía lleva a pensar que se puede reescribir la historia, que se pueden trocar los hechos alterando los registros.
Anda, te invito a un té caliente, a ver si se te pasa ese ataque de megalomanía investigadora.
O más probablemente quiere darle borrón público a ese episodio de megalomanía.
O Abimael conducido por su propia megalomanía a decretar la muerte masiva en Tarata o Lucanamarca no era acaso un Ricardo III tronchado del espíritu.
Su megalomanía lo hizo creer que estaba destinado a realizar tan noble ideal.
Su megalomanía hace de él un hombre odiado y temido.
Es el totalitarismo, la autocracia y la megalomanía.
Esas declaraciones pomposas y llenas de egocentrismo y de megalomanía nos tienen aburridos.
Aprovecho su ataque de megalomanía para preguntarle por La canción del verdugo.
Parece que la megalomanía no tiene límites en algunos líderes mundiales.
Pero son más conocidos aun los desatinos, arranques de soberbia, sospechas de vivir en un país irreal y arranques de megalomanía que padece este sujeto.
Dicen los libros de Historia que los dirigentes mundiales poseen un tic de inevitable cesarismo, de ataque de megalomanía, de sobre valoración del yo.
La megalomanía de Freud tiene unas raíces profundamente infantiles.
No es que suene bien cuando lo dice Chávez, pero qué se yo, hay una cierta megalomanía ahí que desalienta discusiones más racionales.
Yo soy más leído y conozco la palabra megalomanía.
Queda en esta etapa en evidencia una cierta megalomanía respecto a las relaciones personales, que toca también a su amistad con Stefan Zweig.
No es justo que tengamos que pagar esa megalomanía del Presidente”.
El narcisismo y la megalomanía les condujeron a olvidar la historia!